lunes, 27 de agosto de 2012

Sin nombrarte


En mi interior,
los pulmones son los cigarrillos que dejé a un lado,
el corazón, la maquinaria que debo engrasar,
su latir, comparte las horas del amanecer,
mi sangre se ha vuelto corrosiva.
Dentro de mí,
y aún no he conseguido dormir.

Las paredes nunca ayudan,
sólo bailan y cantan cada segundo.
Las luces de la calle se entrometen,
abrasan la oscuridad, inquietan mi mirada.
La ignorancia de la dolencia, aterra y desvela
del sueño que aún no he conseguido conciliar,

Estás aquí, nadando en mi vida,
hirviendo la negrura de mis entrañas.
Siento tu presencia, la mirada que parece ciega.
Incompletas respuestas y lluvia de preguntas.
Nadie te conoce,
ni sabe que compartes mi insomnio.

Estando cerca me aferro a la distracción,
pero tus garras destripan mi ingenuidad.
Si te alejas, lo hace también mi tranquilidad,
no sé cuando volveré a sufrirte.
Me pregunto que eres,
mientras el descanso me roba vida.

Todos tus nombres estremecen,
quema saber que te puedo bautizar.
Porque no quiero más,
sólo que desaparezcas.
Porque la noche vuela dejándome en tierra,
y aún no he conseguido dormir.




El ser humano pasa la primera mitad de su vida arruinando la salud y la otra mitad intentando restablecerla

Joseph Leonard

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